Fue una noche que acabó tormentosa, con rayos y truenos. Tanto que Macaco, ante la seria posibilidad de electrocutar al grupo en plena tarima, se vio forzado a interrumpir su concierto, fue una lástima porque lo que empezaba a escucharse era tremendo. No obstante, Calima, al salir de primero, sí pudo hacer la presentación entera con las piezas de su nuevo álbum. Su “Doctrina” se hizo escuchar e hizo vibrar la Atlántida de Sitges.
Me gustó el estilo de Calima y despliegue de sabores variopintos de su música. Hay rumba, soul, flamenco, rap, b
ossa, jazz, salsa. Un auténtico coctel a veces dulce y otras de sabores fuertes. Hay mediterráneo, costa africana y caribe. Para mi sorpresa, en ambos grupos hay músicos venezolanos.En el "Negro" Giner, vocalista de Calima, reconocí la voz de mis queridos amigos en Caracas. “Claro mi pana, si soy de Lídice..”. Me respondió al final del concierto. “Cabilla pura..!” habrían exclamado Scooby Gerardo, el Negro Daniel, Carejeva, Carecrimen, el Iguano Macho y la Zorra Plateada del Fidel.
Con el material que hice esa noche decidí poner las fotos a bailar, así que les pedí permiso para editarlas junto con alguna de sus piezas. Quizás es que por dentro también quise fusionarme con ese ritmo.
Se lo dedico al colega fotoperiodista Carlos Hernández, que en vidas paralelas también gusta de entarimarse por Caracas, mientras yo a veces lo hago por Barcelona.
