miércoles, 27 de mayo de 2009

Capítulo 1

Fin del curso de la XI Edición del Master en Periodismo.

En realidad ahora es cuando empieza la aventura para muchos de ustedes.
Durante un año hemos procurado enseñarles a usar las herramientas, para que llegado el momento sepan emplearlas de la mejor manera posible.

Puede que para algunos las oportunidades tarden un poco más en llegar, les toquen hacer tareas aburridas, rutinarias, incluso ingratas, pero han de estar listos para ese instante decisivo, tener los reflejos para capturar la escena, o la destreza y sensibilidad para atrapar al público con una historia bien contada y por supuesto, bien documentada. Es cuestión de saber esperar y saber actuar.

Me gusta citar las primeras líneas de este primer capítulo que les incluyo en el siguiente párrafo, porque plasma muy bien cómo puede ser el periodismo. En este oficio se suele vivir de llamadas telefónicas que te rompen la rutina. No pierdan detalle en todas las tareas paralelas que le encomienda el director. "ya que vas a tal parte...aprovecha de...", como dirían en la actualidad.

“El 16 de Octubre del año 1869, cuando me hallaba en Madrid, y en mi casa de la calle de la Cruz, me presentó mi criado, a eso de las diez de la mañana, un parte telegráfico expedido por el señor James Gordon Bennet, director del New York Herald, de quien yo era corresponsal. Rasgué el sobre y leí lo que sigue: “Vuelva a París, asunto importante”.

Dos horas después tenía ya recogidos mis libros y papeles, cerradas las maletas y todo preparado. Como el tren correo no salía hasta las tres, quedaba todavía algún tiempo disponible, que aproveché para ir a despedirme de mis amigos. A la hora citada me había puesto en camino.

Cuando llegué a París, fui directamente al Gran Hotel, donde estaba alojado entonces el director del New York Herald; llamé a su puerta y contestó una voz:

-Entre.
El señor Bennet estaba acostado; pero se puso al momento su bata y me preguntó vivamente:
-¿Quien es usted?
-Stanley.
-¡Ah! ya sé; tome asiento; se trata de confiarle una misión importante. ¿Dónde piensa que se halla Livingstone?
-Verdaderamente, no puedo decirle nada, caballero.
-¿Cree que ha muerto?
-Es posible que sí; puede ser que no.
-Pues a mí me parece que está vivo y que se le podría encontrar y le envío en su busca.
-¿Al centro de África? ¿Su intención es que emprenda semejante viaje?
-Sí, deseo que parta, que encuentre a Livingstone y que traiga de él todas las noticias que pueda recoger y...¡quien sabe!...quizás se halle muy necesitado el infatigable viajero. Llévese todo cuanto pueda serle útil, guíese por sus propias ideas. Haga lo mejor que le parezca, pero encuentre a Livingstone.
-¿Ha reflexionado, caballero, los gastos que ocasiona este viaje?
-¿Cuánto piensa que costará?
-Burton y Speke gastaron de tres mil a cinco mil libras, y yo temo que se necesitarán al menos dos mil quinientas para emprender semejante expedición.
-¡Pues bien! voy a decirle lo que debe hacer: tome ahora mil libras; cuando estén gastadas gire una letra por otras mil, y luego una tercera, y así sucesivamente, pero encuentre a Livingstone.

-¿Debo ir directamente en su busca?
-No. Primero asistirá a la inauguración del Canal de Suez, y desde allí remontará el Nilo: he oído decir que Baker iba a marchar hacia el Alto Egipto, y por lo tanto convendrá que se informe lo mejor posible acerca de su expedición. Al remontar el río, haga una descripción de todo cuanto haya de interesante para los viajeros aficionados, y forme una guía muy práctica en la que se de a conocer lo que merece ser visto y la manera de verlo. Terminada esta primera parte de su cometido, será bueno que vaya a Jerusalén, pues he oído decir que el capitán Warren hace allí descubrimientos de la mayor importancia; luego pasará a Constantinopla, a fin de informarse de las disensiones que existen entre el Khedive y el Sultán. Pasando por Crimea, visite los campos de batalla, y diríjase enseguida al Cáucaso hasta el mar Caspio; aseguran que se proyecta allí una expedición rusa que debe dirigirse a Kiva. Después se irá a la India, cruzando por Persia; en Persépolis podrá escribir una carta interesante. Bagdad está en su camino: envíe alguna cosa por la vía férrea del valle del Eufrates; y cuando esté en la India, se embarca allí para reunirse con Livingstone. Y ahora amigo mío, buenas noches, páselo bien y que Dios lo bendiga.
No había réplica: al día siguiente partí para Egipto."

Tomado del libro: "En busca del Doctor Livingstone. Viaje al centro de África."
De Sir Henry Stanley


Las fotos son de Marc Ruiz, profesor de radio, quien llegó justo en el momento preciso. Es que todos queríamos salir en la foto, el señor de Servicios Generales estaba enredado con los botones, luego la sesión se complicó con Luis. Yo no quería decir nada, pero andaba preocupado por la suerte de la cámara de Juan Pedro, no creo que desde esa altura pudiera sobrevivir el golpe, o que le cayera en el coco de uno de nuestros pupilos y ahí sí que la liábamos...Por querer hacer una foto distinta a la de las escaleras de todos los años. "Si voltean hacia arriba no se les verá la papada!", les dije, creo que Roberto empezaba a preocuparse, insistentemente veía su reloj. Luego Juanma y Helga fueron los de la idea de echarnos al piso, "nos pondremos con las cabezas pegadas, como una flor" decía ella en su mejor tono chill out. (Helga para organizarnos en la composición, parecía un Mosso d'Squadra arrastrando manifestantes por las piernas). Nuestro director, Roberto Herrscher, ocupando el centro, como debe ser.
En la segunda foto, estoy segurísimo que Juanma, Max y Paulo estaban viendo a una rubia que entraba a recepción.

Mucho éxito, ahora a la calle, a volar alto.
Cualquier duda o problema, ya saben dónde nos encontramos.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Exposición "Imágenes del mundo"


Selección de retratos de algunas partes del mundo, realizada por alumnos y ex alumnos del Master en Periodismo BCNY. Todos ellos son mis colegas y es un honor compartir una pared con ellos.

Awad Mohamed (Sudán)

Juan Pedro Chuet Missé (Argentina)

Jianfan Zhu (China)

Glòria Vallès (España)

Pol Cucala (España)

Mariona Campos (España)

Carlos Vázquez (España)

Enrico Lorenzini (Italia)

Cécile Carrez (Francia)

Siete de ellos fueron cachorros míos a los que poco tengo ya que enseñarles. Ahora recorren el mundo cámara en mano y se han convertido en auténticos cazadores de imágenes.


Actualmente la muestra se está presentando en la sede de IL3 en Barcelona.