martes, 16 de junio de 2009

Corpus Christi en Sitges



Las calles de Sitges amanecieron revueltas. Hombres, mujeres y niños, todos vecinos de la localidad, se encontraban atareadísimos en sus respectivas labores, en tanto que los visitantes se vieron obligados a caminar bien pegados a la pared para no pisar las alfombras de flores.

Es una buena oportunidad para hacer fotos, suelo recomendar los detalles, las texturas, la gente trabajando, el público, los materiales y por supuesto el producto final, el cual es mucho mejor si se capta desde cierta altura.

Siempre que contemplo el proceso, me recuerdo de los mandalas de colores hechos con arena, por los monjes budistas tibetanos. En ambos casos, luego de un laborioso y amoroso esfuerzo, al finalizar la obra, recibe una bendición y se destruye. Es una buena metáfora de que nada es permanente.

El Corpus es uno de los días más celebrados de Sitges, es una gran tradición que se transmite de familia en familia, de vecino a vecino. A la mañana siguiente, no queda un sólo pétalo en las calles, quien diría que 350 mil claveles las adornaron durante un día.